El castillo de San Servando se encuentra en la ciudad de Toledo, junto a la ribera del río Tajo y la Academia de Infantería. Se inició su construcción como monasterio en 1024, en tiempos de Alfonso VI. En 1088 se convirtió en alcázar debido a la amenaza del reino cristiano y a las posibles entradas de los musulmanes por el puente de Alcántara. Con la total expulsión de los musulmanes de la Península Ibérica, la fortaleza fue perdiendo paulatinamente su función de defensa.
En 1974 fue declarado Monumento artístico nacional. Hoy el castillo está completamente restaurado.